sábado, 30 de janeiro de 2010

Minha Liberdade na Escravidão....


Só sei que é sede de chuva e frio esse meu balanço de liberdade na escravidão, bem exatamente como a canção "Casas do Beiradão"!...

"O que importa são as flores perfumadas mesmo que em latas enferrujadas: tudo me parece ninho de passarinhos, as casas da minha rua; passa o rio lentamente; os pássaros cantam a me embalar; corre a vida da minha gente nas águas desse chão" e em mim é um vai-e-vem de suavemente... 

Pouco me importa se não existe formosura nas cores do jardim, "minha casa é assim: lamparina clareando e iluminando a casa inteira, na parede a padroeira, minha santa me clareia!.... 

Pela fé acredito ser inocente e no céu da esperança vou brincando de sonhar: meu brinquedo é a bola prateada de uma noite enluarada a me banhar de luar"...

Pintura: Thomas Kincade

quinta-feira, 28 de janeiro de 2010

As Estrelas se Apagaram, mas Eu sobrevivo...


Perdeste o Coração
Por uma miragem
Traíste o Coração
E te odeio por isso
Você ouve na minha voz
A minha Dor... ou não?
E no meu grito...
E eu, estúpida, te espero!

Esquecer
Ou não mais viver
Ou em todo caso
A noite... a noite... a noite
Ah!

As estrelas se apagaram
Com o pálido raio da lua
O amor chora
se eleva como uma onda e depois se vai
A noite está vazia
E a sua esperança é curta
Agora chora o amargo pranto
Um Coração Ferido, desesperado passa aqui

Porque fugiram os sonhos vazios
Aonde foram os vórtices fugazes?

Esquecer
Ou não mais viver
Ou em todo caso
A noite... a noite... a noite
Ah!..


(Emma Shapplin -"Spente Le Stelle")

terça-feira, 26 de janeiro de 2010

A la sombra de Lilith: en busca de la igualdad perdida...



* Fuente de enconados debates, la igualdad de género reivindicada recurrentemente por la mujer, es un insoslayable presupuesto de la democracia, en tanto sistema de gobierno que debe amparar y garantizar los derechos humanos. (HUGO ACEVEDO)

En "A la sombra de Lilith: en busca de la igualdad perdida", la novelista uruguaya Carmen Posadas y la escritora francesa Sophie Courgeon comparten un revelador ensayo sobre el origen del modelo patriarcal, su agotamiento y el nuevo papel de la mujer en la sociedad moderna.

Partiendo de una libre interpretación de los mitos bíblicos, las autores confirman el origen eminentemente cultural de los modelos de convivencia machistas, sustentados en apócrifos supuestos de superioridad masculina.

Renunciando a tentaciones feministas, las ensayistas exploran los territorios de la mitología dominante en la materia, sobre la que reposó ¬ durante siglos- la tesis sustentadora de la hegemonía masculina.

El trabajo confirma que una de las primeras concepciones que el propio avance de la ciencia demolió, es el relativo a la relación entre las dimensiones del cerebro y el cociente intelectual de los individuos.

Sin renunciar a la ironía y la mordacidad, Posadas y Courgeon explican el fundamento original de este aberrante sofisma que, con el tiempo, desapareció como fuente de legitimación de la presunta supremacía del hombre sobre la mujer.

Las escritoras sostienen su discurso crítico en las obvias diferencias entre ambos sexos, aunque desestiman que ellas justifiquen eventuales desigualdades.

Invocando explicaciones científicas cuyo rigor está sin dudas avalado por especialistas, el libro abunda en explicaciones en torno a la crucial incidencia de las hormonas en la determinación del sexo e incluso en cualidades y características inherentes al género.

Además, las autoras establecen las diversas relaciones de causalidad existentes entre la herencia genética asociada al sexo y la teoría de aprendizaje social, que determinan una mayor inclinación del hombre hacia el cálculo matemático y la ciencias duras y una cualidad más desarrollada en la mujer para el lenguaje y la creación artística.

Obviamente, ambas investigadores analizan la crucial incidencia del conocimiento empírico en las conductas masculinas y femeninas, sin desestimar el componente genético en la materia.

Citando escritos y testimonios de célebres pensadores otrora muy respetados, Carmen Posadas y Sophie Courgeon reafirman cómo la permanente apología del macho fue edificando el modelo patriarcal que se consolidó con el devenir de los siglos.

La pesquisa desarrollada por ambas escritoras coadyuva a la construcción de nuevas y revulsivas hipótesis, nacidas a la luz de revelaciones que reivindican el papel de la mujer durante los primeros tramos de la prehistoria.

Partiendo de esas investigaciones, la obra sostiene la teoría del matriarcado ancestral, que confirma la existencia de una cultura de convivencia que precedió al patriarcado convencional.

En efecto, en tiempos en que la especia humana desarrollaba un nomadismo a la intemperie, las mujeres se dedicaban particularmente a la recolección de frutos silvestres. Sin embargo, en ausencia de los hombres que salían a cazar, ejercían un indudable dominio sobre el espacio comunitario.

Ese privilegio de detentar el poder y el control de las primeras sociedades humanas, cesó con la adquisición de los hábitos sedentarios impuestos por la agricultura.

Ese fue, según las autoras, el principio del fin del incipiente matriarcado prehistórico y el comienzo de una relación de subordinación.

La tesis sostiene que el origen de la hegemonía masculina se sitúa en el período neolítico, se consolida en la denominada edad de los metales y se institucionaliza definitivamente en la antigüedad.

Dos elementos sin dudas determinantes para el nacimiento del nuevo modelo de convivencia, fueron la propiedad privada de la tierra y las guerras de conquista, que fortalecieron considerablemente el poder del hombre.

En el decurso de este documentado libro, las escritoras corroboran que la génesis de la sumisión de la mujer a la voluntad autoritaria del varón encuentra también abundantes sustentos en la filosofía de la Grecia clásica.

Aristóteles, admirado en muchos casos por la lucidez y amplitud de su pensamiento fue, en cambio, un misógino exacerbado, que proclamó un discurso salvajemente discriminatorio. Siempre minimizó el papel de la mujer, a la que asignaba el mero rol de hembra reproductora.

Incluso, el filósofo cometió el desaguisado de definir a las niñas que nacían como "machos mutilados", en una afirmación que no resiste el menor análisis a excepción del rechazo.

Este trabajo demuestra, además, que también las religiones judeocristianas tuvieron particular incidencia en la construcción del mito de la superioridad masculina.

La exaltación de un dios todopoderoso que infunde temor a sus fieles y gobierna sus voluntades, es también una reproducción de la flagrante relación de desigualdad de género.

Las autoras confirman, sin lugar a dudas, que tanto la mitología griega como los cultos monoteístas, consideraban a la mujer como "impura" e "imperfecta". También la acusaban de "lasciva", "falsa" y "engañosa" y la responsabilizaban por los pecados del hombre.

Las agudas investigadoras escrutan pormenorizadamente la historia, para fustigar la perdurabilidad del intolerante modelo patriarcal.

Este proceso conoció numerosos altibajos en el devenir del tiempo que coincidieron con guerras y revoluciones, circunstancias excepcionales que permitieron un mayor protagonismo de la mujer, por la partida del hombre al frente de batalla.

Sin embargo, pasadas estas situaciones de excepción, ambos sexos retomaban sus roles habituales, institucionalizados por un statu quo de subordinación que perduró durante siglos. Hoy, felizmente, por lo menos en Occidente, el modelo exhibe visibles síntomas de agotamiento.

Posadas y Courgeon no soslayan, obviamente, la aberrante situación contemporánea que padece el sexo femenino en algunos países de Oriente Próximo, donde se le sigue considerando un mero objeto decorativo.

En una postura sin dudas muy personal, las autoras critican ácidamente al instituto del matrimonio, que, en muchos casos, legaliza la hegemonías masculina.

En tal sentido, destacan la evolución en la valoración de las solteras, de un pasado remoto en el que eran consideradas díscolas e inadaptadas, a la imagen actual asociada a la libertad y la emancipación.

Renunciando a eventuales abordajes complacientes, Posadas y Courgeon afirman que la mujer ha sido víctima pero también cómplice del hombre, por celebrar alianzas de mutua conveniencia que le permitieron gozar de privilegios y hasta compartir el poder.

Para afirmar esta tesis, en la segunda mitad de este libro, las narraciones reconstruyen, brevemente, biografías de doce relevantes mujeres que, en más de un aspecto, gobernaron entre bambalinas.

Entre las historias más relevantes destacamos particularmente la de Livia Drusilla, esposa del emperador romano Octavio, cuya influencia sobre el gobernante fue determinante para el futuro de la más poderosa civilización del mundo antiguo.

Otro personaje femenino sin dudas relevante fue Teodora, la compañera del emperador bizantino Justiniano. Esta mujer de origen humilde que sobrevivió a su pobreza mediante el ejercicio de la prostitución, fue un auténtico sostén del poder de su esposo.

Sin embargo, también fue responsable de brutales actos de represión de opositores que intentaban apropiarse del gobierno.

Entre la selección de mujeres evocadas en este libro, sobresalen también Malinche, la princesa maya amante del conquistador Hernán Cortés, Roxelana, que reinó junto al poderoso Solimán, la revolucionaria francesa conocida como Madame Roland, cuya cabeza cayó bajo el filo de la guillotina, Jiang Qing, la esposa de Mao, y, naturalmente, Eva Duarte de Perón.

La alusión a estas y otras protagonistas tiene un doble propósito: reivindicar a mujeres que sobresalieron en un mundo gobernado por hombres y demostrar que, en muchos casos, el sexo femenino también asumió el papel de victimario.

En este revelador ensayo, Carmen Posadas y Sophie Courgeon construyen un sólido alegato que apunta a reposicionar a la mujer en el mapa de la sociedad.

Las autoras demuelen múltiples mitos instalados en el imaginario colectivo, que se remontan al origen mismo de nuestra civilización. En ese contexto, desvirtúan muchas de las falacias que, en el devenir del tiempo, fueron abonando y consolidando el patriarcado hegemónico, que actualmente parece tocar a su fin.

Sin embargo, la obra no es una mera expresión de militancia feminista, sino una postura firme e inclaudicable en la defensa de los inalienables derechos humanos del sexo femenino. *

(FONTE: Editorial Planeta)



sábado, 23 de janeiro de 2010

Hallelujah - Leonard Cohen


Eu soube que havia um acorde secreto
Que David tocava, e que agradava o Senhor
Mas você não liga para música, não é?
É assim..., a quarta, a quinta,
O menor cai, e o maior sobe,
O rei frustrado compõe Aleluia

Aleluia, Aleluia
Aleluia, Aleluia

Sua fé era forte mas você precisava de provas
Você a viu tomando banho do telhado
A beleza dela e o luar arruinaram você
Ela amarrou você à cadeira da cozinha
Ela destruiu seu trono, e cortou seu cabelo
E dos seus lábios ela tirou um Aleluia

Aleluia, Aleluia
Aleluia, Aleluia

Talvez eu já estivesse aqui antes
Eu vi este quarto, eu andei neste chão
Eu vivia sozinha antes de conhecer você
E eu vi sua bandeira no arco de mármore
Um Amor não é uma marcha da vitória
É um Frio e Sofrido Aleluia

Aleluia, Aleluia
Aleluia, Aleluia

Mas houve um tempo em que você me disse
O que realmente acontecia lá embaixo
Mas agora você nunca me mostra, não é?
Mas você se lembra quando eu entrei em você
E a pomba sagrada também entrou
E todo o suspiro que dávamos era um Aleluia

Aleluia, Aleluia
Aleluia, Aleluia

Talvez haja um Deus lá em cima
E tudo que eu já aprendi sobre o amor
Era como atirar em alguém que tirou você
Não é um choro que você pode ouvir de noite
Não é alguém que viu a luz
É um frio e sofrido Aleluia

Aleluia, Aleluia
Aleluia, Aleluia
Aleluia, Aleluia
Aleluia, Aleluia

sexta-feira, 22 de janeiro de 2010

Meu Imortal!...


Estou tão cansada de estar aqui
Reprimida por todos os meus Medos Infantis

E se você tiver que ir
Eu desejo que você vá logo
Porque sua presença ainda permanece aqui
E isso não vai me deixar em paz

Essas feridas parecem não querer cicatrizar
Essa dor é muito real
Isso é simplesmente muito mais
do que o tempo não  pode apagar

Quando você chorou eu enxuguei todas as suas lágrimas
Quando você gritou eu lutei contra todos os seus medos
Eu segurei a sua mão por todos esses anos
Mas você ainda tem Medo de mim

Você costumava me cativar
Pela sua luz ressonante
Agora eu estou limitada pela vida que você deixou para trás

Seu rosto assombra
Todos os meus sonhos, que já foram agradáveis
Sua voz expulsou
Toda a sanidade em mim

Eu tentei com todas as forças dizer a mim mesma que
você se foi
Mas embora você ainda esteja comigo
Eu tenho estado sozinha todo esse tempo.
 Meu imortal!...


( Evanescence)

quinta-feira, 21 de janeiro de 2010

Os Dias de Glória...


              Envelheces tanto de cada vez que o dia termina e olhas para trás... Tens medo do começo do fim, das tardes de domingo; um dia, distraído, tens medo do sexo, da amabilidade e da noite, e dos rostos que foram belos – e não são mais. Envelheces muito quando o mundo contraria as pequenas coisas, sentes esse cansaço, nada a fazer!...
             Mesmo da poesia, que iluminava o tempo, vais colhendo apenas a amargura; os outros procuram nela sinais de um destino, datas curiosas, zangas, ventanias, armadilhas, mas tu sabes – e só tu sabes – que a tua vida é a tua vida e que o poema é empurrado por outro sopro, por um reflexo, um medo brutal, pela memória dos que morreram e levaram uma parte de ti, um pouco do que havia de comum entre ti e a vida, esse desperdício – às vezes –, esses momentos de glória em dias felizes. Envelheces com os ossos que envelhecem. Envelheces sem querer...
            Por ti serias eternamente jovem, adolescente, e percorrerias as estradas das serras, as florestas, não para viveres sempre, mas para estares vivo mais um instante, porque o spectáculo é belo uma vez por outra. Envelheces pouco a pouco, porque as coisas não são o que foram nem são o que são.

(FJV)

FONTE: A ORIGEM DAS ESPÉCIES

quarta-feira, 20 de janeiro de 2010

O Amor Incondicional

 
              O Amor Incondicional... Falando de  forma simples; é aquele que não leva em consideração fatores como: cor, religião, raça, idade, origem…. Ele é uma forma de amar que não se pede nada em troca, apenas a reciprocidade do sentimento!... Não leva em conta fatores externos, apenas o caráter, a personalidade....

Quando eu fecho os olhos para dormir,
É como se acabasse de pedir para sonhar com você.

Se as paredes respondessem,

Se as canções tivessem vontades próprias,
O meu prazer séria composto.
Quanto mais penso estar próximo ao sol,
Mas perto da lua me encontro.

Os raios do sol me tocam,
E me fazem refletir
em formas de como chegar em ti.

Faço planos surpreendentes,
Faço mapas para que meu coração não erro a direção.

Quando acho que estou no caminho certo,
Tenho que começar tudo de novo.

Minhas palavras parecem já não terem mais sentido.
Quando tento expressar o amor incondicional que estou a sentir.

É como as estrelas que já não existem, mas ainda brilham.
Como as poesias em que o autor já faleceu,
Mas ainda toca o coração de quem as lêem.

Por mais completa que seja uma promessa,
Nem uma é mais forte que a promessa de um dia te encontrar.
Meu Amor…

(Fabiana Thais Oliveira)

sábado, 16 de janeiro de 2010

Espiritualidade a Dois...

 
                   Assumindo a responsabilidado em Busca do Caminho certo para o Amor... Muitos relacionamentos começam com a receita certa para o fracasso. É o que acontece quando o amor é confundido com necessidade e busca-se alguém para suprir carências, preencher buracos emocionais e exercer o papel de “salvador(a)” diante das dificuldades Naturais da Vida. Fazer isso é o melhor modo de dar a partida numa Relação Falida.
                    O amor é um sentimento que começa pela aceitação do que leva em conta o Outro - alguém com vida própria, com objetivos, limitações e um percurso individual em direção à sua realização. Sem dúvida, podemos apoiar e nos sentir apoiados pelo companheiro(a). Às vezes, nada melhor do que descansar a cabeça no Ombro de Alguém, sentindo-nos amparados e queridos, simplesmente aceitando que façam algo por nós.
                    Outras vezes, somos nós que nos transformamos naquele Porto Seguro, na proteção diante das dificuldades da vida. É a nossa vez de dar, de apoiar e fazer pelo outro. O que não podemos e não devemos (sob pena de fazer naufragar o relacionamento) é esperar que o Outro se torne responsável pela nossa vida. Quando isso acontece, o amor - que é abundância e plenitude - dá lugar à escassez e a falta. Esperar que uma outra pessoa satisfaça as nossas necessidades é querer transferir o intransferível, semeando uma colheita de frustração, ressentimento e separação.
                     Assumir a responsabilidade pela própria vida é um dos primeiros passos para ser feliz no amor. Não há romance que resista às pressões resultantes de exigências, cobranças e expectativas irreais. Temos, todos, a capacidade de estabelecer objetivos e de lutar por eles, de fazer escolhas e assumi-las, conscientes de que a aprendizagem da vida se faz passo a passo, através da própria experiência.
                      E a atenção para não buscar num parceiro(a) as qualidades que faltam dentro de si, empurrando para o outro a responsabilidade pelas próprias conquistas. Quem segue desejando que o Outro seja a garantia da satisfação dos seus desejos envolve-se em relacionamentos de dependência, controle, competitividade e outros sub-produtos em que a energia negativa prevalece.
                      Somente quando paramos de esperar do outro que ele(a) responda às nossas dúvidas, que nos dê o que falta em nossas vidas e tome conta do que nos acontece, tornamos-nos preparados para viver um relacionamento maduro onde o amor encontra espaço para crescer.
                     É preciso aprender a buscar dentro de Si os recursos para obter aquilo que se Deseja. Ao expressar a vida que queremos por meio do esforço próprio, tornamo-nos Livres para Amar. E para experimentar o amor real, aquele que se expressa de todas as maneiras possíveis, com alegria, amorosidade, clareza, compartilhar,confiança, prazer, num movimento de contínuo crescimento.
                      Esse amor que precisa estar disponível dentro de cada um de nós é o amor que atrai para as nossas vidas a pessoa certa, no momento certo, da forma certa... Sem receitas... sem fórmulas... sem defesas... Apenas estando disponíveis para experimentar a Felicidade...

(Jael Coaracy)

quinta-feira, 14 de janeiro de 2010

Amar!...


Eu quero Amar, Amar perdidamente!
Amar só por Amar: Aqui...Além...
Mais Este e Aquele,
o Outro e toda a Gente
Amar! Amar! E não Amar Ninguém!

Recordar? Esquecer? Indiferente!...
Prender ou desprender? É mal? É bem?
Quem disser que se pode amar alguém
Durante a vida inteira é porque mente!

Há uma Primavera em cada vida:
É preciso cantá-la assim Florida,
Pois se Deus nos deu voz, foi pra cantar!

E se um dia hei-de ser Pó, Cinza e Nada...
Que seja a minha Noite uma Alvorada,
Que me saiba Perder... pra me Encontrar...

Florbela Espanca

(FONTE: Jornal de Poesia)

segunda-feira, 11 de janeiro de 2010

Psicóloga francesa defende infidelidade masculina para ajudar o casamento




                        O Livro diz que infidelidade masculina traz a felicidade do casal... Segundo a autora, os pacto de fidelidade entre os casais não é natural, e sim cultural!...
                       Quer manter um casamento feliz? Permita que seu marido tenha casos extra-conjugais. Esta, pelo menos, é a receita de uma vida a dois harmoniosa sugerida pela psicóloga francesa Maryse Vaillant.
                      A especialista causou polêmica ao defender no livro Les hommes, l?amour, la fidélité ("Os homens, o amor, a fidelidade"), recém-lançado na França, que a infidelidade masculina faz bem ao casamento.
                     No livro, ela diz que a maioria dos homens precisa de "seu próprio espaço" e que, para eles, "a infidelidade é quase inevitável". A obra ainda não chegou ao Brasil na versão em português, mas promete causar rebuliço por aqui também.
                   Segundo a autora, as mulheres podem ter uma experiência "libertadora" ao aceitarem que "os pactos de fidelidade não são naturais, mas culturais" e que a infidelidade é "essencial para o funcionamento psíquico" de muitos homens que precisam se sentir donos da situação e que nem por isso deixam de amar suas mulheres.
                    Para Vaillant, divorciada há 20 anos, seu livro tem o objetivo de resgatar a importância da infidelidade.... Segundo ela, 39% dos homens franceses foram infiéis às mulheres em algum momento de suas vidas e destes, 30% amam verdadeiramente suas esposas.
                    Para a psicóloga, a maioria dos homens não faz isso por não amar mais suas mulheres, pelo contrário, eles precisam reafirmar sua masculinidade para se sentirem especiais para suas esposas. Ela acredita ainda que os homens que não têm casos extraconjugais podem ter "uma fraqueza de caráter", já que não agem de acordo com sua natureza.

(FONTE: Minha Vida)

sexta-feira, 8 de janeiro de 2010

A Inteligência Amorosa...


              Ter inteligência amorosa é, antes de qualquer coisa, ter auto-estima, saber a hora certa de falar e de calar, de chegar e de se retirar, de impor e de aceitar. E como diz o psiquiatra e escritor José Angelo Gaiarsa, "é a arte de se relacionar bem com os outros, de ter tato, de perceber o Outro. De ter a percepção do não-verbal: o rosto, o tom de voz o sorriso. Tudo isso quer dizer muitas coisas", diz ele.
             Mas muitas pessoas são inteligentes em todos os aspectos da vida, e quando chega a hora de se relacionar amorosamente não conseguem se dar bem: pressionadas pelo mundo, pela competitividade (que o mercado de trabalho impõe), pela mídia (que estabelece padrões de comportamento) pela família e pelos amigos (que cobram status e estado civil), tornam-se presas fáceis de sua ansiedade e da falta de tato. Resultado: frustração.
            “Quando você se dá bem com alguém, a convivência é como uma dança”, explica o Dr. Gaiarsa. “Dançar é ter inteligência amorosa com esta pessoa, e significa olhar bem, ouvir com atenção a música da voz, dialogar usando a percepção: não é entender o outro com a cabeça nem dialogar com as palavras; é perceber o outro inteiramente”, ensina.
             De nada adianta ser extremamente apaixonado(a), fazer juras de amor, dar milhões de presentes e ser um(a) expert na cama se você não tiver inteligência amorosa: amar, só – mesmo que seja muito – não é o suficiente para que uma relação vá em frente. Ou, o que ainda é mais difícil, para que ela dê certo.
             Ter inteligência amorosa significa não ter preguiça de perceber o seu próprio comportamento (prestar atenção nas próprias atitudes), como também o comportamento do parceiro. É, também, um exercício de doação, generosidade e maturidade:

(FONTE: Internet)

terça-feira, 5 de janeiro de 2010

El Día que Me Quieras la Rosa que Engalana se Vestirá!...


acaricia mi Ensueño
el suave murmullo de tu suspirar
como ríe la vida si tus ojos negros
me quieren mirar

y si es mío el amparo de tu risa
leve que és como un cantar
ella aquieta mi herida

todo,todo se olvida
el día que me quieras
la Rosa que engalana se vestirá

de fiesta con su mejor color
y al viento las campanas
dirán que ya eres mío
y locas las fontanas
se contarán su amor

la noche que me quieras
desde el Azul del cielo
las estrellas celosas
nos mirarán pasar

y un rayo misterioso
hará nido en tu pelo
luciernaga curiosa que verá
que eres mi cosuelo

l'amour
no es verdad, que eres maravilloso
recuerda
y un rayo misterioso, hará nido en tu pelo

(El Día Que Me Quieras -  Luis Miguel)